Broadcast y postproducción

Antecedentes

World Wrestling Entertainment, Inc. (WWE) es una de las mayores organizaciones de entretenimiento deportivo del planeta, con la emisión de más de 500 eventos al año para unos 36 millones de espectadores en todo el mundo. Desde su sede en Stamford, Connecticut, producen una media mensual de 400 horas de programación, de las que 35 son de programación nacional, 13 de vídeo doméstico, 264 de localización de programas para una amplia gama de mercados internacionales, 99 de programación para cadenas y 29 de productos OTT.

Las instalaciones de Stamford disponen de un espacio de 76.000 pies cuadrados para ofrecer un volumen importante de contenidos. La producción se distribuye en dos edificios, cinco unidades móviles y tres instalaciones alquiladas en propiedades adyacentes. También hay nueve centros de datos repartidos en tres de los edificios, con más de un kilómetro y medio de fibra óptica conectando los emplazamientos.

Desafío

En 2016, WWE se planteó un nuevo sistema KVM que pudiera adaptarse a su carga de producción. El sistema VGA analógico tampoco se manejaba bien a largas distancias y ofrecía una baja calidad de vídeo y una resolución limitada. Además, el sistema gráfico del equipo de producción disponía de una matriz independiente, lo que dificultaba el acceso de un sistema a otro. La WWE necesitaba una configuración que permitiera a los productores de la sala de control utilizar sin problemas múltiples pantallas de alta resolución. La empresa también necesitaba un sistema de gestión de usuarios limpio y sencillo, así como flexibilidad para añadir sistemas de ingeniería y operarios. Black Box expresó su interés por la actualización y fue elegido entre tres posibles proveedores gracias a su plan de preventa y su sólido historial de asistencia. "Desde el principio, Black Box nos ayudó a confeccionar una buena lista de lo que se necesitaría en cada estación", señaló Jasper Veldhuis, Director de Ingeniería Broadcast de la WWE. "Confeccionaron una plantilla de configuración con los diferentes extensores y conexiones que necesitaríamos para cada dispositivo e incluso nos ayudaron con parte del diseño." Tras el acuerdo inicial, la WWE también solicitó a Black Box que les ayudara a cubrir su necesidad de una sala de control adicional.

La solución

Black Box pudo superar las expectativas del cliente gracias a su amplia gama de productos. "Con Black Box, básicamente puedes conseguir cualquier cosa que necesites", dijo Veldhuis. "Poseían una flexibilidad que nos aseguraba que podríamos conseguir lo que necesitábamos ahora, así como estar en posición de conseguir otros equipos si los necesitábamos más adelante". Luego estaba el cableado. Cableamos la mayor parte de la matriz con sus cables y conectores, y fue agradable pedirlo a un solo proveedor." La solución ocho en uno de Black Box, que conecta ocho pantallas y sólo necesita una caja para conectarse a la matriz, también fue un factor decisivo. Veldhuis explica: "Sabíamos que permitiría a los productores hacer las cosas mucho más rápido, en lugar de ir saltando de ordenador en ordenador". Este fue sin duda un gran proyecto para Black Box. Abarcó 130 sistemas de edición no lineal, 27 estaciones de trabajo de producción gráfica, tres salas de edición lineal y control, cinco salas de producción de audio con cuatro cabinas de locución, una sala para compositores musicales, un estudio virtual y un plató. En un periodo de tres meses, Black Box renovó el sistema de la WWE instalando un conmutador de 288 puertos con 246 transmisores y receptores. También instalaron un switch de 48 puertos con 36 TXs y RXs, que se utilizó para su sala de control extra. El sistema global fue diseñado para permitir a la WWE actualizar a un conmutador de 576 puertos si fuera necesario. También se utilizó cableado y conectores Black Box Cat 6, proporcionando una continuidad de producto que atrajo al cliente.

Resultados

Desde que finalizó la implantación en octubre de 2016, Veldhuis está muy satisfecho de cómo el nuevo sistema ha mejorado la eficiencia del equipo de producción de la WWE. "El sistema es lo que más ha mejorado nuestro flujo de trabajo en las salas de control de producción", afirma. "Ha permitido una flexibilidad extrema para que la producción trabaje donde quiera. Si alguien de producción quiere gráficos en la última fila o en la primera, ambas cosas son posibles. Si quieren gráficos en otra sala, también es posible". Y añade: "La calidad del vídeo, y la latencia cero para vídeo y control, es igual a conectarse directamente al ordenador. Esto permite acceder a todos los sistemas de forma transparente para los usuarios. Tener acceso a cientos de ordenadores desde un puesto de usuario con varias pantallas cambia la vida". La "ingesta centralizada" es otra gran ventaja que ofrece el nuevo sistema. Black Box construyó específicamente un KVM GFX para proporcionar este componente clave. "Los usuarios pueden acceder tanto a AVID como a EVS con un ratón y un teclado", afirma Veldhuis. "Pueden trabajar sin problemas en ambos sistemas para ingerir archivos y fuentes en directo. Este desarrollo facilita enormemente el uso compartido de recursos, lo que supone un ahorro de costes al tener que adquirir menos equipos para satisfacer las necesidades de producción de la WWE." Veldhuis no dudaría en volver a utilizar Black Box o recomendarlos a otras empresas. "Nos ayudaron durante todo el proceso y se desvivieron para asegurarse de que superábamos cualquier dificultad a la que nos enfrentábamos", afirmó.