Todo lo que necesita saber sobre la sala de control de misión crítica del mañana
Al desplegar una nueva infraestructura de sala de control, los planificadores e integradores deben asegurarse de que el resultado final satisfaga los requisitos inmediatos de una instalación de AV, comunicaciones y control de misión crítica y de que pueda crecer y evolucionar económicamente para seguir satisfaciendo esas necesidades. Entre las principales consideraciones que deben tenerse en cuenta para encontrar una solución se incluyen la preparación de la sala de control para el futuro, el empleo de tecnología de virtualización o el mantenimiento de la puerta abierta a la misma, la garantía de una alta fiabilidad y un tiempo de actividad continuo, el establecimiento y mantenimiento de una alta calidad de vídeo y la respuesta a los requisitos actuales y futuros de red y ancho de banda. 

A prueba de futuro: Evolucionar gradualmente, a un ritmo cómodo

Al crear una infraestructura de sala de control preparada para el futuro, una empresa u organización se dota de una base para un crecimiento gradual y sin problemas que aproveche las nuevas técnicas y tecnologías, así como sus ventajas. Una solución KVM sólida puede ofrecer una valiosa interoperabilidad plug-and-play que simplifique la ampliación y las actualizaciones. Puede allanar el camino hacia la transmisión de vídeo HD y 4K. Puede facilitar el uso de una red dedicada o una infraestructura de red IP estándar, o ambas.

Al ser compatibles con redes heredadas e infraestructuras IP, los sistemas KVM más sofisticados de hoy en día permiten migrar a sistemas e infraestructuras IP a un ritmo cómodo. Con la conectividad IP establecida, la sala de control puede realizar una escalabilidad ilimitada con respecto a los puntos finales, incluidas las máquinas virtuales.

Soporte de virtualización: Combine fácilmente servidores físicos y virtuales 

No todos los planificadores de salas de control quieren pasar directamente a la virtualización, pero es difícil ignorar sus ventajas. Las dos razones principales por las que las empresas se plantean la virtualización son el ahorro de costes y de energía. Las máquinas virtuales son más económicas que los servidores tradicionales, por lo que constituyen una solución convincente para reducir los gastos generales y los costes de hardware. Al sustituir los servidores físicos por máquinas virtuales menos costosas y una plataforma de gestión centralizada del sistema que mejora el rendimiento, la disponibilidad y la escalabilidad, los planificadores y administradores de las salas de control pueden reducir los procesos que llevan mucho tiempo y los costes totales de funcionamiento. 

Hasta hace poco, no había una forma sencilla de permitir a un operador acceder a una máquina virtual donde antes accedía a una máquina física. La aparición de sistemas KVM que admiten servidores virtuales y físicos al mismo tiempo, utilizando la misma interfaz, ofrece hoy a los operadores la posibilidad de cambiar entre estos sistemas sin preocuparse de cuál es real y cuál virtual. 

La compatibilidad con servidores físicos y virtuales facilita la migración de servidores físicos a máquinas virtuales sin tiempo de inactividad. Los administradores sólo tienen que duplicar los servidores físicos existentes en máquinas virtuales y, en un momento dado, completar el cambio completo a un sistema virtualizado. La gestión del sistema sigue siendo efectivamente la misma; los operadores no tienen por qué saber que están tratando con una máquina virtual. Pueden dedicar su atención a otras tareas y preocupaciones. 

El enfoque de la virtualización basado en el cliente cero ofrece otra capacidad clave: el uso compartido de máquinas virtuales, con acceso de varias personas a una máquina virtual, simultánea o secuencialmente. Durante las pruebas en el entorno de la sala de control, por ejemplo, esta capacidad permitiría a varios operadores trabajar en tándem mientras supervisan y manipulan datos en una máquina virtual concreta. 

Fiabilidad y rendimiento 24/7/365: Garantice la resistencia de la red 

Las operaciones a prueba de fallos y el máximo tiempo de actividad son vitales en aplicaciones de salas de control de misión crítica, por lo que es importante planificar la resistencia de la red en todos los niveles, hasta la conmutación completa de una sala de control a una ubicación de sala de control de reserva. La infraestructura KVM debe incorporar interfaces de red redundantes que admitan conexiones CATx y de fibra a través de ranuras SFP. 

Las rutas redundantes y los puntos finales del servidor permiten realizar copias de seguridad a prueba de fallos, y la agrupación de varios transmisores y fuentes KVM puede proporcionar a los operadores sistemas alternativos capaces si un ordenador se bloquea o no está disponible para su uso. Las fuentes de alimentación redundantes con supervisión de estado pueden ayudar a mantener todos los sistemas en línea. Asimismo, el sistema de gestión KVM puede proporcionar alertas de estado críticas para evitar fallos o escasez de ancho de banda que pueden obstaculizar el rendimiento y la productividad. 

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Si desea obtener más información sobre el futuro de las salas de control, consulte nuestro nuevo libro blanco, How to Future-Proof Connectivity for Tomorrow's Control Room. Este libro blanco explica cómo superar las preocupaciones y los retos que presenta la sala de control del mañana, en primer lugar describiendo una solución completa basada en un sistema unificado de conectividad KVM (teclado, vídeo, ratón) y distribución de señales y, a continuación, explicando cómo todos los componentes de la solución completa funcionan juntos para abordar los requisitos de las aplicaciones críticas de la sala de control en 2019 y más allá.

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